Aprendizaje en porciones: definición y beneficios clave
Una de las principales quejas de los docentes en todas partes es que la capacidad de atención de sus estudiantes está disminuyendo y tienen que luchar para mantenerlos interesados porque están compitiendo con demasiadas distracciones.
Vivimos en un mundo donde la multitarea es una forma de vida y los largos periodos de tiempo para dedicar a una sola actividad son un lujo: ¿y si, en lugar de forzarnos a volver a una época más lenta y a métodos anticuados, adaptáramos nuestros estilos de enseñanza y aprendizaje a la velocidad creciente del mundo moderno?
Aquí es donde entra el aprendizaje en porciones: demos una definición completa de lo que es y, quizás más importante, de lo que no es.
Definición de aprendizaje en porciones
El aprendizaje en porciones –también conocido como Microaprendizaje– divide la información en fragmentos pequeños y manejables en lugar de someter a los estudiantes a sesiones largas e ininterrumpidas, pero la duración es solo un factor de lo que lo compone. Todos los módulos de aprendizaje en porciones son cortos, entre 1 y 15 minutos, pero no todos los módulos cortos se ajustan al formato de aprendizaje en porciones.
Lo que hace que un módulo (un video, un texto, un pódcast—este método es especialmente aplicable al aprendizaje en línea y puede hacer uso de todas las formas de medios) sea realmente en porciones no es solo su breve tiempo de consumo, sino su estructura simple y enfocada centrada en un solo objetivo de aprendizaje a la vez y que brinda a los estudiantes solo lo esencial. Los estudiantes pueden entonces hacer sus propias conexiones entre los módulos individuales y elegir revisitarlos en cualquier orden que deseen para ver cómo el tema A se relaciona con el tema B, en lugar de recibir largas y complejas clases en las que el docente hace las conexiones por ellos.
Así, aprender sobre un tema en fragmentos mantiene tu atención más enfocada y te involucra activamente en tu propio proceso de aprendizaje y no debe considerarse un método inferior que se adapta supuestamente a una población estudiantil menos inteligente de hoy: al reducir los temas a módulos en porciones, no los estamos ‘simplificando en exceso’, sino que los estamos adaptando a nuestra creciente comprensión de la fisiología del cerebro humano, que siempre ha tenido ciclos alternos de atención y distracción, incluso cuando la vida era más lenta y menos ocupada, y aún más ahora que la tecnología y las redes sociales nos abruman con información proveniente de todas partes.
Los beneficios del aprendizaje en porciones
Aprende en cualquier lugar, en cualquier momento
Hay una razón por la que el aprendizaje en porciones es cada vez más popular como forma de capacitación para empleados: los módulos cortos son ideales para aprender sobre la marcha, aprovechando la instrucción entre los compromisos apremiantes de la vida cotidiana.
Si tu trayecto dura media hora, por ejemplo, no se espera que veas una lección en línea que dure el doble, pero puedes aprovechar el tiempo en tu viaje en tren con uno o dos mini-módulos de diez minutos cada uno y llegar al trabajo preparado para enfrentar los desafíos del día. El aprendizaje en porciones, si se hace bien, suele estar diseñado para adaptarse a cualquier dispositivo de modo que, por ejemplo, el aprendizaje que comenzó en una computadora de escritorio pueda continuar en un teléfono móvil si tienes que salir de casa con prisa.
Aprovecha la formación de repaso
Dividir la información en pequeños fragmentos también puede servir como un repaso de conceptos y habilidades medio olvidados que es más fácil de acceder que encontrar el punto exacto que necesitas en un módulo más largo, lo cual es ideal si necesitas resolver un problema imprevisto rápidamente y no puedes permitirte perder tiempo buscando la respuesta.
Mejora tu gestión del tiempo
Otra razón por la que el aprendizaje en porciones está conquistando el mundo de la formación laboral es que reduce la necesidad de días largos dedicados exclusivamente a instruir a nuevos empleados o actualizar las habilidades de tu fuerza laboral actual: el aprendizaje en porciones es, en última instancia, más rentable económicamente para las propias empresas, ya que la producción no necesita detenerse por la capacitación.
Por eso puede ser útil introducir el aprendizaje en porciones temprano en la vida de un estudiante: el aprendizaje es un proceso continuo que no termina cuando acaba la escuela, sino que puede tomar una forma diferente con la que los recién graduados, acostumbrados a largas clases tradicionales, no están familiarizados. Si complementamos un entorno escolar típico con ejemplos de aprendizaje en porciones, estamos dando a los estudiantes de K-12 una idea de cómo probablemente será el aprendizaje en su futuro inmediato.
¿Cómo implementar el aprendizaje en porciones?
El objetivo del aprendizaje en porciones es reducir la sobrecarga cognitiva que puede ocurrir cuando el estudiante se enfrenta a una cantidad excesiva de información. Las investigaciones revelan que revisar los temas de aprendizaje y repetir la práctica varias veces usando diferentes enfoques es la mejor solución para que nuestro cerebro asimile nuevos conocimientos. Este método facilita la transición de la información de la memoria a corto a largo plazo.
Por esta razón, dividir los temas de aprendizaje de la manera correcta es crucial. La brevedad es un factor, pero entran en juego atributos adicionales: como los objetivos de aprendizaje. De hecho, la experiencia de aprendizaje en porciones debe abordar un solo objetivo de aprendizaje con concisión para evitar la sobreestimulación cerebral.
Cuando se trata de aprendizaje en porciones, realmente se puede decir que la práctica hace al maestro. Cada experiencia breve de aprendizaje debe incluir micro-actividades que sirvan como comprobaciones de comprensión. Estas también deben ser breves –el tiempo sugerido es entre 5 y 10 minutos– para permitir que el estudiante se enfoque en el conocimiento central y lo traduzca en práctica.
Ejemplos de aprendizaje en porciones
El aprendizaje en porciones se integra eficazmente en un currículo tradicional. Sin embargo, recomendamos usar tecnología y actividades interactivas para aprovechar al máximo sus beneficios.
Cuestionarios y juegos
A todos les gustan los cuestionarios y los juegos. A veces el aprendizaje resulta mejor si se disfraza como una actividad divertida y lúdica. Se aplica tanto a niños como a adultos porque jugar nos ayuda a involucrarnos y concentrarnos en la tarea. Además, los cuestionarios y juegos son ideales para periodos cortos, lo que se alinea con la brevedad necesaria de este método de aprendizaje.
Videos
¡Los videos también son una gran opción! Cuando estimulas la visión, el aprendizaje se beneficia. Los formatos de video permiten desglosar temas grandes y complejos en una forma sintetizada que proporciona la misma información central de manera más inmediata.
Compartir
¡Compartir solidifica el conocimiento! Las actividades grupales y las discusiones abiertas son excelentes soluciones para poner a prueba la información adquirida. A veces los estudiantes solo absorben un concepto una vez que lo exponen y lo confrontan con sus compañeros. El intercambio es óptimo para enriquecer nuevas nociones y permitir que el cerebro las elabore.
Actividades guiadas por la acción
Aprender haciendo es el mejor truco para nuestro cerebro. Cuando los alumnos abordan un tema de aprendizaje a través de acciones, sus mentes reconocen y registran automáticamente el conocimiento. No hay nada mejor que una actividad atractiva para introducir un tema de aprendizaje. No hace falta explicaciones: el estudiante llegará a la información siguiendo su propio camino, haciendo que la experiencia de aprendizaje sea personal.
Encuentra la mejor solución Acer para tu aula
¿Te gustaría actualizar la tecnología de tu escuela para estar al día con las últimas tendencias en educación y tecnología? Conéctate con nuestro equipo y encuentra la mejor solución para tus necesidades: acerforeducation.emea@acer.com